Queridos compañeros de modorra dominguera, como ya sabéis la alimentación determina en mayor o menor medida cómo somos y cómo nos sentimos.
Por eso hoy os voy a hablar del aporte de energía.
Si es suficiente, el rendimiento tanto a nivel físico como mental debería de ser óptimo hasta el final del día. Si eso no sucede, algo estamos haciendo mal.
Esto último es por desgracia lo más común y lo que más me encuentro en mi día a día en consulta.
Personas con algún problema de salud que entre horarios, falta de tiempo y cambios de rutina pocas veces sacan tiempo para hacer una ingesta en condiciones.
Y tú, ¿qué desayunas? es una pregunta que suelo incluir en un segundo contacto con el paciente para buscar hábitos que ellos puedan mejorar para colaborar de forma activa en su recuperación.
He aquí algunos ejemplos:
- Pues verás, me tengo que levantar muy pronto y no suelo tener mucho hambre, así que me bebo un café rápido y ya.
- Normalmente un vaso de leche con colacao y galletas
- Café y una tostada
- Yo no desayuno nada, a media mañana un pincho de tortilla.
Unas por pereza y otras por hábito, pero no siempre es así, a veces me encuentro con personas que se levantan pronto para hacer del desayuno lo que es, la comida más importante del día; ojalá consigamos tomar conciencia de esto.
Para aquellos que os surge la pregunta, y entonces ¿qué desayuno?
Lo primero, si mi desayuno es rico en carbohidratos y azúcares el pico de insulina sube rápidamente y parece que tengo energía para todo el día pero al cabo de una hora voy a tener hambre de nuevo y generalmente de lo mismo, con lo cual el aporte es escaso y voy a necesitar hacer otra ingesta para continuar activo.
¡CAMBIEMOS EL HÁBITO!
Os diré lo que yo desayuno a ver si así os aporta alguna idea.
- Antes de nada un vaso de agua para poner en marcha el sistema digestivo.
- Una infusión de lo que más me apetezca ese día.
- Fruta (la que más os guste y en ayunas). Si vuestra digestión es lenta podéis ayudaros de manzana o kiwi ya que facilitan el tránsito, yo me quedo con el plátano.
- Frutos secos (nueces, pipas): aportan ácidos grasos que dan un extra de energía duradera por la mañana.
- Yogur natural con arándanos deshidratados. Yo elijo yogur natural porque contiene bacterias buenas para nuestro sistema y le añado arándanos para endulzar un poco el sabor.
- Tostada con un poquito de aceite de oliva virgen extra y tomate natural o pavo (mejor pavo). La tostada es un carbohidrato pero junto con el pavo (proteínas) es la mayor fuente de energía que podemos ingerir para mantenernos activos hasta la siguiente ingesta.
¡Os prometo que es un buen desayuno y que no entra el hambre a media mañana!
Lo que pasa es que en ocasiones sucede que a nadie le apetece comer pavo a primera hora de la mañana, pero sólo tenemos que cambiar el hábito si queremos encontrarnos mejor.
YOU CAN DO IT
Sé que da pereza pero es muy importante desayunar y no dejarlo como si no lo fuera; si lo evito o lo hago escaso es más probable que padezca de problemas de sobrepeso o ansiedad.
Espero que os sirva de ayuda, hasta la próxima amiguis!
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