Queridos amigos, lamento ser aguafiestas pero ha llegado el
momento.
Acabando con la operación bikini, el fin de las rebajas, la
temporada de piscina y el postureo playero toca preparar la vuelta al cole y con
ello ponerse a punto, porque entre los viajes, el cambio de cama, el
festivaleo, el descenso en las horas de sueño y un par o tres de kilillos más
se nos ha ido de las manos a todos seguro, o eso espero, porque querrá decir
que habéis disfrutado pero bien. Tranquilos, que todavía queda tiempo, que
nadie se agobie.
La vuelta señores es como después de hacer ejercicio, llegas
a casa y estás que no sabes ni por dónde te da el aire, agitado, cansado y a
veces con algún dolor que otro, sobre todo si acabas de llegar de vacaciones y llevabas
no se ni cuántas horas en el coche.
Keep calm and take a relaxing cup of café con leche, repasa
tus vacaciones mentalmente y guarda el bonito recuerdo dejando las depresiones
atrás.
Para hacernos una idea de aquello en lo que podemos mejorar
a todos los niveles debemos ser conscientes de que el cuerpo es nuestra propia
casa, literal y figuradamente, cuidémoslo.
Empezando por abajo para mantenernos estables necesitamos
cimientos de calidad que son nuestras
extremidades inferiores.
En consulta siempre digo que no debería importarnos gastar el dinero en lo bueno cuando uno pueda pero hay cosas fundamentales como el calzado que llevemos, y ya no digo si queremos cuidarnos, si hacemos deporte o si nos pasamos todo el día de pie. El calzado debe ajustarse al tobillo, a ser posible que no sea plano en su totalidad y que el tejido sea bueno porque va a sujetar todo el peso de nuestro cuerpo, igual que nuestras piernas, que deben mantenerse fuertes si queremos estar bien.
Con lo cual, depende de la superficie por la que nos movamos, del calzado y de la fortaleza de nuestras piernas. Si no cuidamos nuestros cimientos, el equilibrio de nuestro cuerpo se verá descompensado y podríamos tener algún problemilla que otro.
La planta baja es nuestra cavidad abdominal, donde encontramos los órganos viscerales (esófago, hígado, estómago, bazo, intestino delgado, intestino grueso, páncreas, vesícula biliar, riñones, uréteres, glándulas suprarrenales, vejiga y útero) con sus respectivos compartimentos, rodeados de seis paredes importantes en el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
1.
Por debajo la pelvis, que se encarga del
reparto igualitario de peso hacia ambas extremidades inferiores. Es importante
porque es el centro del cuerpo y es donde reside nuestro suelo pélvico, que es una
membrana muscular que hace de soporte de nuestros órganos viscerales.
2.
Por detrás se encuentra la columna vertebral
lumbar junto con la musculatura posterior (cuadrado lumbar y psoas)
3.
Por delante y hacia los lados en orden de dentro
hacia afuera tenemos la faja abdominal en sentido transversal, los oblicuos
en sentido cruzado de atrás hacia delante y de delante hacia atrás y los rectos
abdominales en sentido vertical.
4.
Por arriba limita con otro músculo que es el diafragma
principal órgano de la respiración, aunque no es la única función. Está en
constante movimiento y su calidad depende de nuestra manera de respirar, de
nuestras emociones, de la alimentación y de nuestra postura, entre otras.
En la segunda
planta encontramos la cavidad torácica con los órganos vitales: corazón y
pulmones.
El diafragma, que como hemos
dicho es la separación entre ambas cavidades, al moverse durante la respiración
es el protagonista de una gran parte del buen funcionamiento corporal, porque
contribuye al movimiento vital de las vísceras y así al proceso de digestión,
variando el espacio entre los dos espacioscon cada movimiento de la siguiente
forma:
Cuando cogemos aire la cavidad
torácica se expande aumentando el espacio y sin embargo la cavidad abdominal se
ve reducida, mientras que cuando espiramos sucede todo lo contrario.
- Por ello una de las cosas que más debemos cuidar
y la primera de todas es nuestra respiración.
Cuando atravesamos un mal momento respiramos con dificultad y el diafragma se
bloquea, de manera que cuando necesitamos llorar es porque necesitamos
desahogo, y respiramos mejor.
- Higiene postural.
¿Cuántas veces nos hallamos encogidos en el sofá por cansancio? Cuando
abusamos de malas posturas o nos quedan muchas opciones para evitarlas estamos
bloqueando el tránsito y enlenteciendo la actividad digestiva, por ello pueden
aparecer problemas como el estreñimiento asociado a la falta de movimiento.
- También es necesario cuidar nuestra alimentación, porque los excesos además de lo que
ya sabemos dilatan nuestra faja abdominal (encargada de sujetar por delante
nuestras vísceras) y por tanto comprometen el espacio en nuestra columna
vertebral lumbar.
- Tonificar la
faja abdominal, la musculatura lumbar y el suelo pélvico, haciendo ejercicios como
pilates o gimnasia abdominal hipopresiva para fortalecer, así evitamos problemas.
ü
Además hay algo más que podemos hacer por
mantener un buen estado de salud, algo que venimos haciendo mal desde siempre
porque no nos han enseñado cómo es más saludable.
Cuando hacemos de vientre o cuando cogemos
peso, tenemos la mala costumbre además de hacerlo posturalmente mal lo hacemos reteniendo el aire que hemos
inspirado porque creemos que así tenemos más fuerza y es falso. Como hemos
visto en la primera imagen imagen, cuando hacemos eso el espacio abdominal es reducido y
sumamos presión empujando con el diafragma, aumentando así la presión
abdominal, el tono diafragmático y con ello debilitamos la faja abdominal y el
suelo pélvico.
Probemos a hacerlo al revés. ¿Os parece?
Cuando vayáis a realizar algún esfuerzo coged aire y mientras lo soltáis haced
el esfuerzo y veréis que es lo mismo y además saludable.
Para finalizar no es necesario que os diga que nuestro tejado es la cabeza, que nos protege de todo lo que hacemos con nuestro cuerpo y también hay que cuidarla.
Para finalizar no es necesario que os diga que nuestro tejado es la cabeza, que nos protege de todo lo que hacemos con nuestro cuerpo y también hay que cuidarla.
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