CRÍTICA A UNA SOCIEDAD DECADENTE Y DESNUTRIDA



Hoy en día en la sociedad se conocen diferentes clasificaciones de acuerdo a la personalidad en la raza humana, pero no existe una clasificación concreta que enmarque al 100% de la población y hay varias teorías que han sido criticadas.


Como fisioterapeuta o sanitaria veo a diario a personas de diferente sexo, edad y etnia y existen unas características comunes que en conjunto he denominado modelo actual de la sociedad.





Son personas cuyos problemas físicos o psíquicos son cada vez más frecuentes, más graves y vivir con dolor es ya una realidad que consideramos normal, cuando no lo es. 

Trabajamos por los cuatro duros que nos ofrecen con la quinta marcha puesta sin parar hasta que acaba el trabajo, no la jornada, porque si no lo hago yo lo hará otro o no seré compensado.
Acabamos con un dolor de espalda de narices si no nos duele otra cosa y nos auto medicamos para poder continuar.

Llegamos a casa agotados y sin energía y como no tenemos ganas de cocinar recurrimos a un remix de comida rápida de la que tanto anuncian en la tele, que es más barata y más fácil (para qué nos vamos a complicar), mientras nos atiborramos de tele mierda para olvidarnos de nuestras mierdas mentales, esas que nos han enseñado a esconder porque son tonterías y lo importante es lo demás cuando la verdad es que nadie nos ha enseñado a gestionar nuestras emociones.

No vamos al psicólogo porque es caro y preferimos compadecernos de nosotros mismos por si la vida decide darnos una sorpresa, pero nos gastamos 120 euros en unas zapatillas de marca.





Cuando estamos cerca de habernos vuelto locos, no hemos dormido bien en diez días y nos duele todo decidimos ir al médico para que nos recete algo para volver a ser personas, y a veces nos termina dando algo que con suerte ayudará con los efectos de sobrecargar todo nuestro tiempo haciendo cosas y estando pendientes de los demás mientras no nos cuidamos y seguimos preocupándonos de todo menos de lo propio, y poder al día siguiente hacer lo mismo.

Cuando nos damos cuenta pensamos que ya es tarde y que no vamos a cambiar, así que dejamos que el ritmo de vida nos consuma y nos excusamos en que nos falta el tiempo, pero la verdad es que tampoco sabemos gestionarlo y priorizar, igual que tampoco sabemos desde bien temprano cómo comer bien, cómo tener una buena ergonomía y a quién acudir cuando nos pasa algo.

Tenemos mucha información, más que nunca, y aún así tomamos decisiones basándonos en lo que hemos visto en la familia, vemos en el vecino o en la publicidad. Nos comparamos y luego nos sentimos mal porque tampoco sabemos pensar en nosotros mismos sin la influencia de los demás. 

No nos valoramos y no sabemos a menudo qué necesitamos, pero si sabemos qué necesita, qué tiene o qué debería hacer el vecino. Queremos recomendar y dar buen ejemplo a nuestros hijos pero no lo somos nosotros así que aprenden a fingir

No sabemos estar solos ni qué hacer si fracasamos ni cómo gestionar el éxito.

Y al mundo no le interesa.

No le interesa que mires por ti, que te cuides, que aprendas a gestionar tu vida, que pongas tus condiciones, que exijas porque tú lo vales y que busques cuidarte sin tener por qué pagar más. Que quieras dormir bien sin tener que medicarte y que pases de las noticias, de la tele y la tele mierda porque no quieres que nadie te coma el tarro.

Les interesa esa persona que aun eres o con suerte para ti no.
Que te consumas, que te satures y que gastes, porque todo es dinero. Que te dejes llevar y pongas tu cerebro en automático y luego compres el remedio o recurras a la comodidad cuando estás saturado.


En base a lo que acabáis de leer y/o estáis procesando yo he establecido otra clasificación.




Conformistas satisfechos

Han crecido con unos valores basados en el sacrificio para el éxito. Si estudias tendrás un buen trabajo algún día, trabajando ahorrarás para poder comprarte una casa, casarte y tener hijos. Quizás te puedas ir de vacaciones o darte algún capricho, lo normal. Vamos, lo que es una rutina, sin necesitar nada más.

Conformistas insatisfechos

Viven o han vivido con los mismos valores. Se han esforzado y sacrificado igual que los satisfechos pero incluso se sobrecargan de trabajo, ocupan todo su tiempo para mantenerse distraidos y no pensar en que no les gusta su vida pero tampoco van a cambiar por costumbre, o miedo al cambio. Se excusan.

Inconformistas satisfechos

Son personas que han crecido con unos valores y han adoptado los propios. Buscan su esencia, independiente a la opinión ajena, no se conforman sólo con lo que tienen quieren más: reinventarse, conocerse y sentirse bien pensando primero por la salud propia. Actúan, colaboran y en general no tienen miedo a probar cosas nuevas. Quieren sentirse bien y realizados pero se adaptan.

Inconformistas insatisfechos 

No se conforman, y tampoco se suelen adaptar a las situaciones. Pasan mucho tiempo quejándose y al final sólo consiguen bloquearse más. Son negativos y pesimistas Les importa lo que les pase a ellos y lo demás.






Para mí, el 60% de la población comprende la sociedad conformista y el 20% la inconformista insatisfecha, ambas incluidas en el modelo actual. El otro 20 no tengo tan claro el porcentaje pero es una versión muy diferente y mejorada que me gustaría difundir y que es la siguiente.


No pretendamos trabajar a un ritmo mayor al que nos permita nuestro cuerpo porque no merece la pena acabar ni muy cansad@s ni con dolor, aunque a veces sea inevitable.
Cuando llegamos a casa recojamos lo justo como para no sentirnos mal y para no tener que recoger mucho después.

Intentemos cocinar algo fácil pero sano y cuando queramos comer una hamburguesa nos la comemos sin sentirnos mal.
No escuchemos mucho las noticias como para ponernos de mal humor, la política no nos sirve para nada más que para hablar de ello y para desconfiar aún más de todos, porque no somos más que marionetas y ellos también, de quien les paga el sueldo.

Intentemos despejarnos viendo alguna serie que pueda enseñarnos algo o que al menos nos haga reír para poder irnos a dormir relajados y sin tener 2737478 cosas en la cabeza. O leer, o pasar algún tiempo solos.
No vayamos al médico a no ser que nos duela algo de verdad y que nos haya pasado en dos días al menos. Si nos duele un músculo nos ponemos calor y si nos duele la cabeza un paracetamol y muuuucho relax. No tomemos nada que no nos vaya a hacer efecto e intentemos desconectar y pasar algún tiempo solos y para nosotros, exclusivamente.

Tratemos de dar consejos que podamos cumplir aunque a veces sea difícil y no critiquemos a no ser que sea constructivamente o cuando no es cercano a nosotros. Salgamos con amigos, cultivemos relaciones y desahoguemos emociones, no las contengamos.

Cuando tengamos hijos, por qué no les enseñamos a ser la mejor versión de si mismos siendo nosotros la nuestra, no enseñarles algo que no seamos. Que no sean perfectos, que puedan equivocarse y no sentirse mal, que se levanten y que decidan ellos mismos qué ponerse, qué quieren ser y que se coman el mundo, que aprendan a perder el tiempo y a saber gestionarlo para que no sientan que les falta. Que experimenten todo tipo de emociones y que entiendan cada una de ellas, que no tengan miedo a llorar, ni a actuar ni a ser ellos mismos.

No digamos que no vamos a cambiar porque nunca se sabe y a veces hay que adaptarse y alguna vez ir al psicólogo porque creo que es importante tener estabilidad mental para sobrellevar el ritmo de vida al que estamos expuestos, no pienso decir nunca: qué se le va a hacer!
Porque...Siempre hay posibilidad de mejorar!



SI ESTO NO OS HACE REFLEXIONAR OS DEJO EL VÍDEO QUE VISUALICÉ DE JOSE CARLOS RUIZ, FILÓSOFO Y PROFESOR.







SE TRATA DE CUESTIONAR EL MUNDO QUE NOS RODEA, COMO LA EDUCACIÓN, AMISTAD Y LOS VALORES ENTRE OTRAS COSAS, EN UN MUNDO CADA VEZ MÁS VIRTUAL Y MÁS ADICTO AL CONSUMO Y A LA HIPERACTIVIDAD. NO SABEMOS ESTAR SOLOS NI SIN HACER NADA Y NO PODEMOS ACEPTARLO Y CONFORMARNOS. DEBEMOS EVOLUCIONAR Y CRECER, CULTIVARNOS.

Piensa solo en lo que depende de ti para tomar decisiones, como tus opiniones, tus aspiraciones (con tus circunstancias y tus contextos) sin importarlas y se consciente de tus limitaciones.

Lo que no depende de ti como la opinión de los demás, los afectos de los demás y los logros de los demás no es cosa tuya.

Luego es muy importante trabajar la atención desde la infancia, que es como un préstamo. Yo te presto mi atención y tu la enriqueces o planteas dudas o cuestionas. Si no lo haces, la próxima vez mi atención es menor y así continúa hasta la falta de interés.


Trabajar el pensamiento crítico. No tiene pérdida escuchad.


Y tú, a qué esperas para salir de ahí?

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